El caso conmocionó a Francia, así que la sentencia, fuera la que fuera, iba a ser polémica. La justicia francesa ha decidido absolver a Pascale B., profesora de 62 años investigada por acoso moral y por su responsabilidad en el bullying ejercido por otros niños a Evaëlle Dupuis, una menor de 11 años que se suicidó en junio de 2019 en su casa en Herblay, cerca de París.En su fallo, el Tribunal de Pontoise, donde se celebró el juicio a principios de marzo, considera que la profesora, cuyos métodos de enseñanza eran cuestionados, y que no acudió al tribunal para escuchar la sentencia, “no buscó voluntariamente degradar la salud mental” de la menor. No se ha probado la intencionalidad de los cargos, por lo que se la ha declarado inocente.“Evaëlle fue despreciada durante mucho tiempo y hoy, con este fallo, también”, ha dicho Delphine Meillet, abogada de los padres, quien ha anunciado que van a recurrir la sentencia. “Es incomprensible, los testimonios de los diferentes alumnos no han sido escuchados. Ha habido un maltrato, eso es innegable”, ha lamentado Marie Dupuis, madre de la pequeña, tras conocer la sentencia. Y ha agregado: “Creo que la sociedad está preparada para condenar estos comportamientos, pero veo que la justicia todavía no”.La fiscalía había pedido 18 meses de prisión para la maestra, al considerar que, con su actitud y su posición de poder, “hizo socialmente aceptables los comportamientos de acoso de los alumnos” a la niña. “El nivel de falta de empatía de esta maestra me sigue asombrando”, declaró la fiscal el 11 de marzo.El tribunal considera que “los testimonios han sido divergentes” y que no se pueden probar los cargos. Durante los dos días que duró el juicio, los distintos testigos ―padres, personal de la escuela y, sobre todo, menores― relataron los métodos de enseñanza controvertidos de Pascale B. Durante su declaración, esta negó haber acosado a la menor, aunque admitió que a veces gritaba a los niños: “Yo nunca humillé a Evaëlle”, dijo. Las declaraciones de sus compañeros de claustro fueron muy diversas, pues algunos la describieron como autoritaria y dura, otros como alguien “exigente, pero capaz de ayudar a los alumnos”.Tras el suicidio de la niña, sus padres, así como la madre de otros dos alumnos, denunciaron por acoso moral a la maestra, que llevaba 25 años ejerciendo. Hay otros dos alumnos implicados en el acoso a Evaëlle, que comparecerán ante un tribunal de menores antes de final de año.Al margen del fallo, el caso ha revelado las fisuras del sistema de protección contra el acoso, pues los padres denunciaron tanto el hostigamiento que sufría la niña, como también el comportamiento de la profesora, de la dirección del colegio y de las autoridades educativas, que no hicieron nada. La cambiaron de colegio, donde Evaëlle siguió siendo acosada por otros niños.Los padres denunciaron que la profesora la humillaba delante de sus compañeros, aislándola al fondo de la clase, a pesar de que llevaba gafas y no veía bien. El colofón, aseguran, fue el día en el que organizó una reunión con los menores implicados en el acoso. La niña acabó llorando y, según el relato que hicieron algunos de los testigos, “la profesora gritaba mucho y le ordenó que parase de llorar”.“Le dije que parase de llorar porque no quería que lo hiciera, no era el objetivo”, dijo la profesora al tribunal, al que explicó que el fin de la reunión era implicar a los menores para que empatizaran con el sufrimiento de la niña. No solo no se consiguió, sino que esto agravó su tormento. “Ha sido el peor día de mi vida”, le dijo la niña a sus padres.El acoso escolar es una de las mayores lacras de la educación francesa. Desde 2022 está considerado como un delito y el año pasado se aprobó un plan nacional contra el acoso escolar tras el suicidio de dos menores que, como Evaëlle, eran víctimas del hostigamiento constante por parte de sus compañeros.

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