La epidemia de la gripe alcanzó en España su pico justo antes de las Navidades y su incidencia ha empezado a remitir durante las fiestas, aunque la presión sobre los hospitales se mantiene elevada debido al desarrollo de cuadros graves entre los grupos de población más vulnerables. Así lo pone de manifiesto el último boletín del Sistema de Vigilancia de las Infecciones Respiratorias Agudas (SiVIRA), del Instituto de Salud Carlos III, que incluye datos correspondientes a la semana entre el 15 y el 21 de diciembre.La incidencia estimada de la gripe, según la vigilancia en atención primaria, se situó en esas fechas en 400,4 casos por 100.000 habitantes, un descenso cercano al 10% respecto a los 444,1 de la semana anterior. La tasa de hospitalización, sin embargo, ha permanecido prácticamente sin cambios y se mantiene en 9,2 ingresos por cada 100.000 habitantes.La bajada de la gripe se ha visto compensada por un ligero repunte en las otras dos infecciones respiratorias monitorizadas, la covid y el virus respiratorio sincitial, por lo que la tasa de infecciones respiratorias agudas ha crecido ligeramente al pasar de 812 a 834 en la misma semana. Las hospitalizaciones por todas las infecciones respiratorias se han mantenido estables en 22 ingresos por cada 100.000 habitantes.La oleada de la gripe ha sido especialmente intensa este invierno, con unas tasas de incidencia no vistas en la última década. Una nueva variante del virus H3N2, que ha evolucionado hasta formar un nuevo subclado denominado K, ha hecho que la epidemia anual se haya adelantado cerca de un mes y que los contagios se hayan disparado. La enfermedad, sin embargo, no ha aumentado en gravedad y las vacunas siguen protegiendo a la población inmunizada al reducir el desarrollo de cuadros graves. La incógnita que queda por resolver ahora es si la incidencia de la enfermeddad seguirá descendiendo hasta niveles mínimos o si puede producirse un repunte en las próximas semanas, como ha ocurrido en algunas temporadas en el pasado.

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