Cada año se construyen en España en torno a 90.000 viviendas, una cifra muy alejada de las necesidades reales del mercado. El Banco de España admite que existe un déficit de 600.000 viviendas en nuestro país, y que es urgente acelerar estas obras para cubrir la demanda. Llevar a cabo este plan es complicado, porque el sector se enfrenta a un escollo añadido: la falta de mano de obra. Con una plantilla cada vez más envejecida, apenas hay relevo generacional y la escasez de profesionales atenaza a las empresas. Los expertos calculan que son necesarios unos 700.000 trabajadores para acometer todo lo que queda por delante. Pero no hay gente. En 15 años (de 2008 a 2022), el número de matriculaciones en la Formación Profesional de Edificación y Obra Civil (EOC) ha caído un 45,6%, según datos oficiales. Y la tasa de abandono alcanza a casi 5 de cada 10 alumnos, pese a que el nivel de empleabilidad es tan elevado que apenas hay parados. Se necesitan trabajadores en el tajo, pero también profesionales especializados en oficios como albañil, pintor, electricista… Desafío complicadoEl sector reconoce que atraer talento joven es complicado porque la imagen que la sociedad tiene de la obra se asocia a condiciones laborales duras y obsoletas, propias de una industria poco modernizada en la que pesa mucho el estigma de la crisis financiera de 2008. Este cóctel de estereotipos hace que los jóvenes se decidan por otros ámbitos laborales. Lo demuestra el hecho de que solo el 10% de sus empleados tiene menos de 30 años. “La construcción de hoy no tiene nada que ver con la de décadas pasadas. Vivimos un progreso constante, en el que la tecnología adquiere más peso, y necesitamos a trabajadores cualificados”, defiende el secretario general de la Confederación Nacional de la Construcción (CNC), Mariano Sanz. Más informaciónPor eso, los perfiles tech se van haciendo un hueco entre ladrillos, hormigoneras y carretillas. Aparecen nuevos materiales y técnicas que permiten la especialización y requieren de profesionales que dominen las nuevas competencias emergentes. La incorporación de tecnologías como la impresión 3D de hormigón, el pilotaje de drones, la metodología BIM (Building Information Modeling, según sus siglas en inglés) y el auge de la construcción industrializada —que permite edificar a partir de módulos prefabricados ensamblados a pie de obra— pueden ser fundamentales para captar talento. “Los jóvenes formados en nuevas tecnologías encuentran en el marco de la construcción 4.0, basada en la digitalización y la sostenibilidad, una oportunidad para desarrollar su carrera”, constata el director gerente de Cementos La Cruz, Juan Luis Porrúa. Además de mejorar los procesos productivos, esta apuesta por la innovación es un acicate para las nuevas generaciones de profesionales.La industrialización, además, puede ayudar a que se incorpore mano de obra femenina a un ámbito tradicionalmente masculinizado. De las 160.288 trabajadoras afiliadas a la Seguridad Social en la construcción en 2024, solo 10.000 están a pie de obra. Eso cambia con las nuevas técnicas de construcción modular, en la que se fabrican piezas en naves industriales a cubierto, con lo que el trabajo se puede adaptar con facilidad a las habilidades y condiciones físicas de las mujeres.Desconocimiento No obstante, existe otra razón, lamentan desde la CNC, que frena la entrada de savia nueva: al elegir sus estudios, muchos alumnos de FP ni siquiera saben que existe la opción de cursar la rama EOC porque los orientadores, por desconocimiento, no los prescriben. “Es una pena, porque la mayoría de quienes concluyen su formación y entran a trabajar aquí se quedan porque les gusta. Nuestro problema es que los estudiantes no se acercan porque no nos conocen”, prosigue Sanz. El director general de la Fundación Laboral de la Construcción (FLC), Julio Gil Iglesias, coincide en que esta es una de las principales barreras. “Somos un sector innovador con futuro y oportunidades de desarrollo, creativo, polivalente y muy dinámico. Es la imagen que debemos trasladar”, incide. Por eso es prioritario mejorar el sistema de orientación profesional y poner en marcha iniciativas encaminadas en esa dirección. La FLC participa activamente en proyectos de este tipo como el Erasmus+ Pact4Youth, que busca sentar las bases de la empleabilidad entre los jóvenes en la actividad de la construcción; Universo Cionitia, cuyo objetivo es acercarse al alumnado de colegios e institutos a través de la gamificación y la digitalización; Women can Build, diseñado para despertar conciencias femeninas y superar trabas culturales, o el programa Cimientos para el Empleo, que facilita la incorporación de personas cualificadas en los oficios de la construcción mediante el desarrollo de nuevos recursos y metodologías. Lo cierto es que, pese a los esfuerzos de todas las partes implicadas, la situación es dramática. En el curso 2022-2023, apenas el 0,66% del alumnado de FP estaba matriculado en EOC. Estas cifras demuestran que “es necesario hacer mucha labor de pedagogía” para dar a conocer las virtudes del sector, opina el presidente de la Asociación de Promotores Constructores de España (APCEspaña), Xavier Vilajoana. La tarea no es sencilla y los resultados de esta estrategia no son inmediatos, porque conseguir que este mensaje cale entre los ciudadanos requiere de tiempo y paciencia.200.000 empleos en cinco añosEdificación y Obra Civil es una de las 26 familias que conforman la Formación Profesional. Cuenta con seis títulos, divididos en FP básica (Reforma y Mantenimiento de Edificios), grado medio (técnico en Construcción y en Obras de Interior, Decoración y Rehabilitación) y grado superior (técnico superior en Organización y Control de Obras de Construcción; técnico superior en Proyectos de Edificación, y técnico superior en Proyectos de Obra Civil). La patronal de la construcción prevé la creación de hasta 200.000 empleos de aquí a 2030 para los alumnos que cursan grado medio y superior.

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