El nombre de Emilio Tapia, un contratista cordobés que se alzó con jugosos negocios a nivel nacional, es uno de los más sonados a la hora de hablar de escándalos de corrupción que han terminado en el saqueo al erario público. Su última aparición fue en el entramado de Centros Poblados, con el que se extravió un anticipo de 70.000 millones de pesos que lo llevó a ser condenado y, por decisión de un juez, a gozar de la libertad condicional desde este lunes.Tapia es una especie de ‘zar de la contratación’ que en su región, Córdoba, es considerado un jet set debido a los lujos que ostentó mientras suscribía negocios. Entre ellos, los caballos, los relojes obsequiados y las polémicas comodidades que tuvo incluso en distintas celdas por las que ha pasado a lo largo de estos más de cuatro años.Como lo dijeron expertos consultados por este diario, cuando Tapia sale de una, ya está en otra. En los estrados judiciales sus menciones empezaron a cobrar relevancia cuando en 2010 se destapó lo que había detrás del triunfo de los Nule con una parte de la millonaria adjudicación de un contrato para construir la troncal de Transmilenio por la Calle 26 de Bogotá, así como la rehabilitación de su malla vial.Emilio Tapia estaba en la Penitenciaria de El Bosque de Barranquilla. Foto:Archivo EL TIEMPOEn la negociación se presentaron sobornos de todo tipo que enlodaron no solo a Tapia sino a los hermanos Moreno, a entonces concejales, un contralor distrital, un personero, y otros contratistas. El caso terminó siendo conocido por la opinión pública como el ‘carrusel de la contratación de Bogotá’, que lo llevó a ser capturado en 2014 y sentenciado en tres ocasiones. La primera por concierto para delinquir a tres años de prisión, la segunda por cohecho propio e interés indebido en la celebración de contratos a 17 años, y la tercera por enriquecimiento ilícito. Además, se le dio un principio de oportunidad para que declarara contra otros involucrados.El entonces vicefiscal Jorge Perdomo se pronunció al respecto diciendo que había pruebas de que después de firmar un acuerdo de colaboración con el ente acusador siguió cometiendo delitos. “Tapia está dándole apariencia de legalidad a dineros obtenidos de corrupción y esto lo ha hecho también con posterioridad a su preacuerdo con la Fiscalía”, dijo Perdomo. Incluso, por fuentes de la entidad se alcanzó a decir en su momento que se tenía información de que Tapia habría organizado una red de testaferros haciendo movimientos en países como Suiza.Años después fue reseñado por las autoridades como el cerebro del entramado corrupto de Centros Poblados, con el que se perdieron 70.000 millones de pesos del anticipo del millonario contrato con el que el gobierno del entonces presidente Iván Duque, pretendía llevar internet a escuelas rurales.Emilio Tapia fue sentenciado por Centros Poblados. Foto:Archivo ParticularEso lo llevó a firmar el año pasado un preacuerdo con la Fiscalía que le dejó una condena de seis años y cuatro meses. Como cumplió tres de las quintas partes, su defensa solicitó a un juez de Ejecución de Penas que le otorgue la libertad condicional, que le fue concedida la semana pasada. La orden con la que salió de la cárcel El Bosque, de Barranquilla, incluyó que siga presentándose periódicamente hasta que purgue los dos años y tres meses que le quedan.En diálogo con EL TIEMPO, el penalista Francisco Bernate, quien representó en el caso al Fondo Nacional de Garantías -declarado víctima-, resaltó que “este fue un escándalo muy grave y ojalá que no sea la repetición de la repetición de Tapia”.Eso sí, resaltó que se espera que “cumpla con la reintegración integral de las víctimas. Tiene que repararlas a todas. En segundo lugar, ojalá este tiempo le haya servido a Tapia para reflexionar, para que desaparezca de esto porque cada vez que sabemos de él es por un escándalo”.Tapia estaba en la cárcel El Bosque. Foto:Tomada de las redes socialesPor su parte, el veedor ciudadano Pablo Bustos le habló a este diario del historial delincuencial que tiene encima el contratista. “Emilio Tapia ha sido una de las expresiones más degradadas de la corrupción de cuello blanco y deja al descubierto la posibilidad de reincidir más que de rehabilitarse. Lo denunciamos tanto por el ‘cartel de la contratación’ e igual por el saqueo a Mintic, y sigue contando con beneficios en cuanto a su libertad personal, inmerecidos por parte del sistema legal y judicial. Dibuja la necesidad de reformar las sanciones efectivas contra la corrupción en el país”, anotó.Por su parte, el abogado Óscar Santamaría subrayó que la ejecución de penas es un asunto de matemáticas: “si dan para conceder beneficios, al juez le corresponde darlo o sino estaría prevaricando. Es algo objetivo, no subjetivo”.Carlos López – Justicia – @CarlosL49 – carben@eltiempo.com

Emilio Tapia, el protagonista de sonados escándalos que pagó 4 años de cárcel y sigue siendo jet set en su tierra
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