La decisión del Departamento de Estado de designar al ‘Cártel de los Soles’ como Organización Terrorista Extranjera marca un punto de inflexión en la lectura que Estados Unidos hace sobre el alcance hemisférico de esta estructura señalada de estar liderada por Nicolás Maduro y otros altos funcionarios del régimen venezolano.De acuerdo con los expedientes estadunidenses, esta organización tiene fuertes nexos con las redes criminales que delinquen en la frontera colombo-venezolana. De hecho, Washington afirma que el grupo, junto al ‘Tren de Aragua’ y al ‘Cartel de Sinaloa’, son los responsables de “la violencia terrorista en todo el hemisferio”, además de sostener el tráfico de drogas hacia Norteamérica y Europa.Al revisar los antecedentes recientes, aparece el precedente de la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro, que el 25 de julio clasificó al ‘Cartel de los Soles’ como “Terrorista Global Especialmente Designado”.Maduro Foto:MaduroEse registro incluye la advertencia de que esta organización presta “apoyo material a organizaciones terroristas extranjeras”. La clasificación complementa la intención estadounidense de emplear “todas las herramientas disponibles para proteger nuestros intereses de seguridad nacional”, lo que amplía el alcance de las acciones financieras y diplomáticas.Paricipación internacionalEn un informe de inteligencia conocido por EL TIEMPO se detalla cómo se ha ensamblado un esquema multinacional de narcotráfico en el que participan carteles internacionales, Grupos Armados Organizados con presencia en Colombia y redes transnacionales dedicadas al tráfico de drogas. Dentro de ese mapa, la frontera colombo-venezolana aparece descrita por una fuente judicial como un corredor en el que “se mantiene activa el tráfico terrestre de cargamentos ilegales”, combinando rutas pequeñas y medianas que sirven de apoyo a los grandes trazados delictivos.Otra parte del documento amplía el panorama al incluir estructuras brasileñas que mantienen nexos con los carteles mexicanos. La Familia do Norte, el Primer Comando da Capital y el Comando Vermelho, encajan en cadenas de distribución que se extienden hacia el Cono Sur y confluye con mercados de Norteamérica y Europa. Esa articulación evidencia que la actividad del Cartel de los Soles no opera de forma aislada, sino insertada en un circuito continental.El capítulo relacionado con Venezuela ubica al Cartel de los Soles como un articulador entre organizaciones transnacionales y grupos armados que operan en territorio colombiano. Según el informe, Nicolás Maduro habría negociado “cargamentos de varias toneladas de cocaína producida por las Farc a cambio de armas de grado militar” y coordinando gestiones en Honduras y otros países para facilitar operaciones de narcotráfico a gran escala. También se documenta que el régimen solicitó asistencia a cabecillas guerrilleros para entrenar un grupo de mercenarios al servicio de sus intereses.Cartel de los Soles Foto:Archivo EL TIEMPOEn la zona del Catatumbo, el expediente atribuye a las Fuerzas Armadas Nacionales Bolivarianas incursiones transfronterizas destinadas a presionar a la Estructura 33 y recuperar un cargamento perdido. Aunque públicamente se señaló al Eln, la información señala que las operaciones fueron ejecutadas por tropas venezolanas. “Los combates dejaron al menos 80 muertos y miles de desplazados, mientras se levantaron bloqueos fronterizos para evitar el retorno de los miembros de esa estructura hacia Colombia, intensificando así la presencia del ‘Cartel de los Soles’ en ese corredor estratégico”, dice el informe.Otro apartado del expediente hace énfasis en la relación entre Maduro y las Farc, catalogadas por Estados Unidos como grupo narco-terrorista desde 1997. El documento sostiene que las Farc buscaban “disuadir al gobierno estadounidense de continuar con sus esfuerzos para fumigar los cultivos de coca” y de afectar la producción y distribución de cocaína. En este punto se mencionan los vínculos de ‘Iván Márquez’ y ‘Jesús Santrich’ con el envío de cargamentos de droga procesada desde Venezuela hacia Estados Unidos, operación que utilizaba rutas en el Caribe y Centroamérica, en especial Honduras.La descripción concluye que hacia 2004 las estimaciones de Estados Unidos calculaban que “250 toneladas o más de cocaína transitaban por Venezuela cada año”, utilizando lanchas rápidas, barcos pesqueros, portacontenedores y envíos aéreos desde pistas clandestinas en el estado Apure. Esta trazabilidad permite identificar cómo el Cartel de los Soles extendió sus operaciones hacia territorio colombiano, apoyado en corredores fronterizos, alianzas con grupos armados y un aparato estatal alineado con los intereses de la estructura criminal.Redacción JusticiaJusticia@eltiempo.comMás noticias de Justicia: