8 de Julio y como ya es tradición desde hace años, los toros de Cebada Gago corrieron por las calles de Pamplona en el segundo encierro de los sanfermines 2025. Contrario a lo que sucedió el año pasado, hicieron gala de su fama y protagonizaron un encierro larguísimo —5 minutos y 22 segundos— y peligroso que, sorprendentemente, se saldó con solo 8 traslados hospitalarios, uno de ellos por asta de toro. La primera cornada de la feria se la llevó Antonio García García, un experimentado corredor murciano que lleva 15 años participando en San Fermín: “Nada, [ha sido] un puntacito, he tenido suerte en todo lo que cabe”. Más informaciónGarcía, quien viajó a Pamplona con un grupo de amigos, fue empitonado en la axila derecha en la calle Estafeta, el sitio donde habitualmente corre. “Venía un toro castaño, el otro burraquito y se han caído y yo iba entre medias y me han tirado los empujones, los agarrones”, explicó a los medios de comunicación a su salida del Hospital Universitario de Navarra. Ya en el suelo recibió el puntazo, que no reviste gravedad.Como la suya, o más suerte si cabe, han tenido otra decena de corredores en un encierro donde uno de los astados, de nombre Caminante, quedó rezagado del resto en la calle Estafeta, volviéndose constantemente y embistiendo a los mozos con los que se encontraba. Finalmente, entre la experiencia de algunos corredores y la labor de los pastores (y del capote de San Fermín), el toro negro de 575 kilos llegó a la plaza sin propiciar más que sustos. Pero la cornada de García no tuvo que ver con el desorientado astado, sino con uno de los problemas que los corredores experimentados aquejan desde hace años y que no deja de incrementarse. “Hay muchísima gente y el problema es ese, que ya no es solamente la gente, es que el encierro viene lento, y entonces la gente no corre, la gente no tira para adelante”, señaló. Lo que dice se comprueba con las constantes imprudencias de algunos mozos día a día en los encierros, captadas en las imágenes. El murciano resaltó en ese sentido que “la clave hoy en día para correr en Pamplona es coger un hueco entre toros o un cabestro y un toro y meterte ahí, ya está. Si no, ya sabes que te van a pegar, te van a tirar porque hay caídas, hay golpes y la gente al final corre con ese miedo, con esa inconsciencia y así está la cosa”. Eso y que, cuando el encierro “viene muy lento, al final todo el mundo quiere entrar, es muy difícil”.García comentó también que su intención era quedarse el resto de los sanfermines, pero tras sufrir este percance volverá a casa, porque “la familia se preocupa”, y así se hace “las curas, que tampoco es que sea mucho, pero así estoy con más reposo, tranquilo”.A los difíciles toros que corrieron esta mañana los lidiarán por la tarde Antonio Ferrera, Román (todo un especialista con estos toros) y Pepe Moral. Mañana debutarán en Pamplona los toros de Álvaro Núñez, una ganadería de procedencia Núñez del Cuvillo.

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