La historia de Edna Imade en la Real Sociedad está a punto de concluir. La delantera acabará su aventura en la entidad blanquiazul este próximo mercado de invierno. De hecho, disputará su último encuentro como blanquiazul el 10 de enero frente al Atlético de Madrid y, una vez finalizado el choque, regresará al Bayern de Múnich, club propietario de sus derechos. La entidad alemana ha decidido activar la cláusula que permite dar por concluida su cesión antes de que termine la temporada.Imade llegó a la Real Sociedad este pasado verano en calidad de cedida por el Bayern hasta el 30 de junio. La atacante, de 25 años, nacida en Marruecos, de familia nigeriana, pero criada en Sevilla e internacional con España, ha sido una de las piezas clave del equipo dirigido por Arturo Ruiz, tercer clasificado de la competición con 30 puntos, dos menos que el Real Madrid, segundo, y nueve menos que el líder Barcelona. Su rendimiento ha sido sobresaliente, con ocho goles anotados y una importancia capital en el trabajo ofensivo del equipo blanquiazul, contribuyendo al buen momento del conjunto donostiarra.Su destacada actuación también le abrió las puertas de la selección española, con la que debutó el pasado mes de noviembre, apenas dos días después de obtener la nacionalidad. La llamada se produjo para una doble cita ante Alemania en la UEFA Nations League, un contexto que terminó por reforzar el interés del Bayern en recuperarla de inmediato. Y que sirvió, por ende, para que Sonia Bermúdez le incluyera en la lista definitiva para una competición que acabíLa salida anticipada de Imade supone un contratiempo para la Real Sociedad en pleno desarrollo de la temporada, ya que pierde a una de sus jugadoras más determinantes en ataque. Ante este escenario, el club donostiarra deberá valorar sus opciones en el mercado invernal para reforzar la delantera y mantener el nivel competitivo mostrado hasta ahora.Ni Atlético de Madrid ni Barcelona apostaron por ella“Pequeñita nunca fue. Era una futbolista alta y grandota. Siempre fue muy rápida, con mucha potencia, muy humilde. Apenas hablaba. Era una chica muy discreta”, recordaba Pablo Daza, su entrenador en la AD Nervión en una conversación que mantuvo con EL PAÍS días antes de la celebración de la final de la Nations League.“Era diferente a las demás. Desde un primer momento, y creo tener un buen ojo clínico, se le veía. Y eso que, en aquel equipo, al no ser profesional, entrenábamos muy poco. Al poco tiempo de llegar, hablé tanto con Lola Romero, presidenta del Atlético de Madrid, como con Markel Zubizarreta, director deportivo del Barcelona. A ambos les dije lo mismo: ‘A esta futbolista tenéis que verla. Tiene 16 años, pero ya está para entrar en dinámica del primer equipo’. Y les insistía: ‘El día de mañana va a ser una futbolista de élite’. Y mira. Es lo mismo que auguré con Cristina Martín Prieto, que estuvo cinco años conmigo. Edna, como deportista, era excelente y como persona, espectacular. No hablaba en el vestuario, era muy discreta, pero jugaba siempre”, se sinceró.La historia de Edna Imade en la Real Sociedad deja una huella importante, tanto por su calidad en el campo como por su trayectoria personal y profesional. Su partida abre un nuevo capítulo, no solo para ella, que regresará al Bayern de Múnich, sino también para la Real, que deberá adaptarse a su ausencia y buscar nuevos referentes en la delantera. Sin duda, su paso por San Sebastián será recordado como un periodo brillante, en el que demostró que talento y compromiso pueden transformar a un equipo.

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